13.9.13

El collar de Angélica Cuento

Federico Di Lauro, de 7mo grado, y su seño Mónica   trabajaron  cuentos de terror, y luego de varias lecturas de autores famosos como Edgar Alan Poe,  Federico se atrevió a escribir esta historia y quiso compartirla en el blog de la escuela.


  EL COLLAR DE ANGELICA
 
  Era una noche tormentosa, íbamos por la ruta de vuelta a casa.   Miriam,  Azul, Damián y yo no veíamos nada, entonces paramos en un pueblo en el cual había una casa abandonada. Damián y yo tocamos la puerta de la casa y esta se abrió. Fuimos a buscar a Miriam y Azul para entrar a la mansión juntos. Cuando las encontramos, nos decidimos a entrar. Una vez allí quedamos sorprendidos por el lugar.
  Caminamos hacia una puerta y la abrimos, vimos sobre un tocador un collar. Miriam lo recogió y se lo puso.
  Los chicos decidieron investigar la casa y descubrieron una carta sobre una enorme cama, que decía: " Querida Angélica en cuanto vuelva de la guerra podremos estar juntos".
  En las paredes de todos los cuartos numerosos cuadros colgaban con la imagen de una bella mujer con el collar que había encontrado Miriam y que se había puesto.
  Seguimos recorriendo y Azul encontró un diario viejo que decía que  la mujer del soldado Ryan había desaparecido, y que él en su dolor, se mató. Cada momento queríamos saber más de la historia pero al mismo tiempo nuestro temor aumentaba.
  Miriam había empezado a actuar de manera extraña pero no sabíamos por qué. Al parecer  el collar estaba modificando a Miriam  y le aconsejamos que se lo saque pero ella se lo dejó.
  Un señor granjero se acercó a la casa al ver el auto en la ruta y escuchar ruidos que salían de la casa, él había vivido en el pueblo muchos años, y nos advirtió del collar y su leyenda.  No le creímos y nos quedamos en la casa.  El insistía en que nos fuéramos, que algo malo nos ocurriría.
  Decidimos quedarnos hasta que parará la tormenta, no se veía nada y los truenos y relámpagos eran constantes.
  Dos días después, paró. Miriam no podía ni siquiera hablar. Ella había sido poseída por algo no conocido, nos dimos cuenta y llamamos a Thomas, el granjero. El señor nos recomendó que fuésemos a visitar  la iglesia y a su cura. Fuimos con Miriam  y el cura intentó quitarle el collar pero era algo imposible.
 El padre intento liberar el espíritu de Angélica con sus oraciones y crucifijos, pero no pudo. Entonces fuimos con un viejita que decían que era  bruja de magia negra para ver si podía ayudar.
  Miriam cada vez estaba peor, pálida, inmóvil, sin expresiones y sin comer.   Nuestra preocupación aumentaba.
  La mujer nos dijo : " para liberar el espíritu deben resolver el crimen de Angélica ".
  Damián, Azul y yo empezamos a investigar que había pasado. Miriam dijo con una voz extraña, que el asesino era aquel que quiso advertir... Lo repitió varias veces. Entonces Azul , su mejor amiga , dijo ¡Fue el granjero! Y era cierto, el granjero había asesinado a Angélica. Cuando fuimos al granero encontramos los restos del cadáver, cubierto por moscas. Avisamos a la policía  y el granjero fue a la cárcel por su crimen.
Al día siguiente Miriam no se acordaba de nada, era la de siempre pero quería comer unas ricas hamburguesas. Nosotros no nos atrevimos a contarle la historia y seguimos viaje...
Fin.

-Federico Di Lauro-

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